21 Dic Verdades y Mentiras de la Lipocavitación
Publicado 12:32h
in Salud y Belleza
La «Lipocavitación» ha sido uno de los tratamientos estrella que más protagonismo ha tenido en el ultimo Salón Look, conocido certamen celebrado en Madrid el pasado mes de octubre, en el que se dan cita todas las novedades del sector estético.
Numerosos stands de empresas de distribución nacionales y extranjeras presentaron a bombo y platillo las supuestas bondades de una técnica, ya conocida desde hace algunos años, prometiendo «el fin de las grasas», «adiós a la obesidad», «la nueva liposucción» y otros apelativos aludiendo a este tratamiento como la piedra filosofal de la estética del 2010.
La tónica general del Salón Look fue la de una exposición comercial de diversas tecnologías estéticas, algunas con fundamento científico y otras muchas sin él, ya que no soportarían el más leve análisis científico en cuanto a su utilidad, manifiestamente no demostrada. Las propias empresas distribuidoras se afanaban en presentar un producto antiguo, al que se le atribuían ciertas acciones como las de ‘disolver las grasas’, ‘sustituir a la liposucción’, ‘adiós a la grasa’, ‘liposucción del futuro’, todo ello dirigido a un colectivo no médico, ávido de ofrecer novedades a sus clientes, a pesar de la ausencia de fundamento científico, sin conocimiento ni capacidad de discriminación sobre lo que se esta comprando y ofertando, y lo que es peor: desconociendo los efectos adversos que el uso no profesional de estas tecnologías pueden provocar en los pacientes, que ante todo son pacientes y no clientes.
La ausencia de normativa gubernamental en el campo de la estética hace que cualquier persona sin título de médico, con una formación no reglada ni acreditada, realizada en un ‘cursillo’ de fin de semana, organizado por las propias casas comerciales, se atreva a aplicar en personas ciertas tecnologías que requieren un estudio previo del paciente mediante un diagnostico médico y una indicación de tratamiento en la que el médico estético juega un papel fundamental.
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Los profesionales manifiestan que “asistimos con impotencia a numerosos casos de pacientes que acuden a nuestras consultas después de haber sido tratados de problemas médico estéticos en centros no médicos sin la preceptiva autorización sanitaria. Ello conlleva numerosos problemas de salud a pacientes que desconocen que ese tipo de tratamiento debiera ser realizado por un médico especialista en un centro sanitario. Mientras tanto, el mercado invita sin escrúpulos a que cualquier persona indocumentada, sin la más minima formación sanitaria, pueda adquirir y emplear estas tecnologías médicas en cualquier paciente que se deje engañar”.
La ‘Lipocavitación’ es un ejemplo más, al igual que la ‘Fotodepilación’, ‘Radiofrecuencia’ y otras técnicas que, al acecho de intereses económicos, se han prostituido, formando parte de la cartera de servicios de numerosos ‘centros estéticos’ y de cadenas de franquicias estéticas sin escrúpulos.
La ‘cavitación’ es un efecto físico que ejercen los ultrasonidos sobre un medio liquido, por tanto, su efecto en cuanto a la rotura de la grasa estará limitado a la cantidad de agua que esta contenga. De este modo, no existe ningún resultado con esta técnica si no se procede a infiltrar con suero fisiológico las zonas a tratar antes del procedimiento. Esta es la única forma que ocasionará estallido de la membrana de los adipocitos, con la consiguiente liberación de triglicéridos al torrente circulatorio, elevándose los niveles de estos en sangre. Estos triglicéridos liberados se escindirán en ácidos grasos libres y en glicerol, que uniéndose a determinadas lipoproteínas volverán a depositarse en otras áreas grasas. En ningún caso estas grasas liberadas se eliminan por orina, como argumentan algunas casas comerciales, sino que se redistribuyen en el tejido graso.
En cualquier caso, los pacientes que quieran ser sometidos a lipocavitación han de tener en cuenta que:
1.-La Lipocavitación es un tratamiento estrictamente médico a realizar en centro sanitario.
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