Mitos y creencias sobre la alimentación durante el tratamiento del cáncer

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Mitos y creencias sobre la alimentación durante el tratamiento del cáncer

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Mitos y creencias sobre la alimentación durante el tratamiento del cáncer. Cuando se diagnostica Cáncer empieza un proceso de muchos cambios a los que los pacientes deben enfrentarse, uno de ellos es la alimentación.

Marbella, 1 junio 2021.- Cuando se diagnostica Cáncer empieza un proceso de muchos cambios a los que los pacientes deben enfrentarse, uno de ellos es la alimentación.

Durante el tratamiento las dietas de los pacientes suelen cambiar mucho por diferentes motivos, por una parte, los efectos de la quimioterapia harán que sus gustos cambien y su apetito disminuya, por otra parte, el paciente siente la necesidad de cuidarse buscando información sobre los aspectos alimentarios que podrían modificar para combatir la enfermedad.

Esto puedo generar una sobreinformación e incluso cierta sensación de angustia ya que no saben los que realmente es cierto y lo que no. En algunos casos, incluso, los pacientes terminan por eliminar de la dieta alimentos imprescindibles para afrontar la enfermedad o, al contrario, añaden algunos alimentos, que incrementan el coste de la alimentación sin ninguna evidencia real de su eficacia. Lo que es cierto es que No existe ningún ingrediente ni producto dietético que por sí solo cure el cáncer”, declaran desde la Unidad de Oncología de HC.

Mitos y creencias sobre la alimentación durante el tratamiento del cáncer

Desde HC Cancer Center nos desmitifican algunas creencias sobre alimentación y cáncer, con el fin de dar unas recomendaciones desde el punto de vista médico.

  1. La carne Roja.

Se asocia a un aumento del riesgo de padecer cáncer, sobre todo colorrectal. Lo cierto es que el consumo de cualquier tipo de carne, incluyendo la roja, dentro de una dieta equilibrada, es una excelente fuente de proteínas de alta calidad minerales como el cinc y el hierro (imprescindible para el buen transporte de oxígeno celular y el buen mantenimiento de las defensas, que acostumbran a disminuir a causa del tratamiento), y vitaminas del grupo B y la vitamina K.  

Los alimentos ricos en proteínas, como la carne, el pescado y los huevos, son básicos para reparar y regenerar los tejidos. Aun así, el consumo de carne roja es opcional, puesto que podemos obtener sus nutrientes siguiendo una alimentación suficiente y variada que incluya carnes magras (pollo, pavo, conejo, magro de cerdo), pescado y marisco y/o huevos.

  1. Los productos lácteos.

Estos productos se relacionan con el riesgo de padecer cáncer de mama por el tipo de grasa que contienen los derivados de la leche.

Los expertos recomiendan durante el tratamiento, una alimentación saludable y equilibrada. Esta incluye el consumo diario de lácteos ya que aportan nutrientes fundamentales para el paciente como proteínas, vitaminas y minerales. Además, los lácteos fermentados, como los yogures, contribuyen al buen funcionamiento del tracto intestinal. En algunos casos, pacientes con cáncer de mama o que requieren control de peso es aconsejable consumir lácteos bajos en grasa, desnatados o frescos.  

  1. El azúcar. La glucosa (la unidad básica de la sacarosa) es esencial para muchas células del cuerpo y necesaria para obtener energía y mantener los órganos en funcionamiento. Si eliminamos completamente este nutriente de la dieta, podríamos causar carencias nutricionales y daño celular al organismo, porque haríamos que este utilizara las proteínas para obtener energía, aumentaríamos la pérdida de masa muscular y causaríamos una posible desnutrición.

No es necesario privarse totalmente de alimentos dulces si tienes cáncer, aunque es recomendable consumirlos de forma moderada u ocasional.

  1. El pescado azul.

Existe un gran debate sobre el mercurio que contiene el pescado azul y los riesgos que produce su consumo. No existe ningún estudio científico que evidencie un riesgo debido al consumo moderado de pescado azul. El pescado debe estar presente de forma habitual en la alimentación y se recomienda su consumo tres o cuatro veces por semana, siendo una o dos pescados azules (sardinas, caballa, boquerones o anchoas, salmón…).

  1. Los edulcorantes artificiales

A pesar de la fama que tienen sobre la posible relación entre los edulcorantes artificiales y el cáncer, no existe ninguna evidencia clara que demuestre que su consumo suponga un riesgo de desarrollar cáncer. Siempre y cuando el especialista no indique lo contrario, las personas en tratamiento de cáncer pueden consumir edulcorantes o alimentos que los contengan con tranquilidad.

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Ante la duda de cuál es la alimentación más adecuada, lo mejor es consultar con tu médico. Tu equipo de oncología podrá guiarte en el proceso de tu enfermedad y aclararte cualquier duda, por extraña que te parezca, así que no tengas miedo a preguntar. La confianza médico paciente es fundamental en el proceso de la enfermedad, así que no te quedes con dudas.  

Hc Marbella Hospital

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