SAN JUAN

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HISTORIA
En la madrugada del próximo 24 de junio se festeja San Juan, la noche de las hogueras que es tan antigua como la historia del hombre y la más arraigada en nuestro país. Esto sucede coincidiendo con el solsticio de verano, cuando los días se hacen más cortos y calurosos. Existía la creencia de ayudar al sol para que con su luz las noches no fueran tan largas y oscuras. Tiempo de renovación en la naturaleza, los animales y el hombre. Tiempo para recoger las cosechas y pensar en que algo nuevo va a suceder contemplando el futuro con otras aspiraciones. Todo gira alrededor al culto del astro rey, el sol, para que su calor y su fuego, fuente de vida, no fallezca nunca.
Los celtas le llamaban a este ritual, Alban Heruin, y lo realizaban cuando el sol se encontraba en su punto máximo de esplendor. Hacían las hogueras que ahora nosotros hacemos con el significado de purificación, renovación y ayuda a que este fuego purificador permanezca siempre encendido. Los romanos, en cambio, el 24 de junio celebraban la fiesta grande a su dios de los portales, el dios Jano, del cual deriva el nombre Junio. También se le encendían hogueras y las mujeres le ofrecían verbenas, que duraban toda la madrugada hasta el amanecer. Tan arraigada estaba esta fiesta que con la llegada del cristianismo, éste lo adoptó poniéndole el nombre de la festividad de San Juan. En diferentes partes de Europa se festeja de varias maneras. Por ejemplo, en Alemania se encienden las mismas hogueras y los hombres y mujeres giran a su alrededor cogidos de las manos, cantando y bailando, con la alegría de seguir viviendo y ahuyentan todo lo malo de sus vidas. En Francia, los enamorados cogen cada uno un cabello de su cabeza, anudándolo tres veces para luego arrojarlo al fuego y perpetuar así su amor para siempre. En Italia, en la región del sur, se tiran al fuego muebles y enseres viejos, rotos o en desuso, para romper así con la negatividad y el retraso.

Ya en nuestro país, en San Pedro Manrique (Soria), una vez consumida la hoguera, se forman con las ascuas un pasillo por donde paseará un hombre descalzo cargando a una mujer a sus espaldas para atravesar así dicho pasillo que, curiosamente, al hacerlo no se hace ningún tipo de quemadura en las plantas de los pies. En Asturias, las jóvenes casaderas se deslizan girando por la hierba mojándose del rocío y de la humedad de la noche con el fin de purificarse, conseguir novio o quedarse embarazadas de sus maridos.
No solo el fuego es importante en esta noche mágica, sino que el agua juega un papel importante también y, más aún, la del mar por contener sal, elemento considerado de máximo poder de purificación. A continuación, os dejo dos recetas fáciles de realizar en esta noche mágica de San Juan.

RECETA PARA LA PURIFICACION DE LA PERSONA
Elementos:
Una flor blanca.
Una moneda.
Una fruta.
Procedimiento:
Pasados unos minutos de la media noche de San Juan, nos dirigimos hacia la playa, nos mojamos los pies en el agua, nos ponemos de espalda al mar y arrojamos la flor blanca sobre el hombro izquierdo, pensando siempre cosas positivas que tengan que ver con nuestro mundo amoroso. A continuación, pensamos en los bienes materiales y arrojamos la moneda con la mano derecha sobre el hombro izquierdo y para terminar cogeremos la fruta con la mano derecha, pensamos en nuestra salud y la de los que nos rodean y la tiramos sobre el hombro izquierdo. Nos giramos hacia el mar, esperamos que nos golpeen 7 o 9 olas, nos lavamos la cara, pensando que dejamos todo lo negativo en ese acto, dando por finalizado el ritual.

RECETA MAGICA PARA LA NOCHE DE SAN JUAN
Elementos:

5 dientes de ajo.
1 vaso de agua.
1 vela de color blanco.
1 pañuelo blanco o trozo de tela.
Papel y lápiz.
Procedimiento:
Esperar unos minutos pasada la media noche de la víspera de San Juan. Cogemos los cinco dientes de ajo y los enumeramos del 1 al 5, en una hoja de papel escribimos los cinco deseos, otorgándoles a cada uno un número. A continuación, encendemos la vela y junto con el vaso de agua, lo depositamos sobre una mesa junto a una ventana entreabierta o balcón. Debajo de la vela pondremos el papel con los cinco deseos escritos en él, los cinco dientes de ajo enumerados los colocaremos alrededor del vaso con agua. Dejaremos así, hasta que llegue el mediodía, momento en que la vela ya se habrá consumido. El agua del vaso la guardaremos como elemento purificador. Cogeremos los cinco dientes de ajo y los envolvemos en el papel de los deseos y luego lo enrollamos en el pañuelo o trozo de tela de color blanco. Lo guardamos en un sitio fresco y oscuro de un armario y pasados unos tres meses aproximadamente lo abriremos para observar que aquellos dientes que estén podridos significaran los deseos no alcanzados, en cambio aquellos dientes de ajo que estén secos pero intactos, son los deseos que se cumplirán. Los podridos los arrojamos a la basura y los secos los dejamos en el mismo sitio hasta la próxima noche de San Juan en que los arrojaremos a la hoguera.

ADEMÁS
Aquellas personas que participen en una hoguera en la playa pueden arrojar sus deseos escritos en un trozo de papel a la hoguera. Aquellas personas que no pueden salir de su casa pueden quemarlos en una vela de color blanco y las cenizas resultantes tirarlas a la basura. A los que les dé miedo o no puedan saltar la hoguera, pueden rodearla dando vueltas impares a su alrededor en el sentido contrario a las agujas del reloj (de izquierda a derecha). Y ya para terminar, aquellas personas que no tengan la playa cerca o un río, nos vale igual la bañera de casa agregándole 7 puñados de sal gruesa marina al agua del grifo, con la que llenaremos la bañera para darnos un baño de inmersión, que será igual de purificador que un baño en el agua del mar.

Patricio Moreno
www.patriciomoreno.es

marbella chic

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