JOSÉ CARLOS DE SALAMANCA

JOSÉ CARLOS DE SALAMANCA

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José Carlos de Salamanca, Vizconde de Portocarrero dirige C. De Salamanca, concesionario oficial de las firmas más importantes del sector de automoción en Madrid y Marbella con unas instalaciones espectaculares que ofrecen los últimos modelos de Bentley, Aston Martin, Ferrari, Maserati, Jaguar, Land Rover y Harley-Davidson.

¿Además del éxito profesional que valora en su vida?
El orden de prioridades en mi vida es familia, trabajo y amistades. Es la filosofía que adquirí desde muy niño, un entorno familiar muy cuidado, disciplina y relaciones sociales. Mientras mis tres hijos, Carlos, Isabel y la pequeña Teresa viven en Madrid por razones de forma de vida y educación escolar, yo divido la semana entre la capital y Marbella. ¿Qué más valoro? Tarifa, el lugar ideal para descansar, comer bien y hacer dos de los deportes que me gustan, kitesurf y padel. Regreso nuevo a la locura de la semana. Cada año vuelo más de cien veces.
¿Apuntaba usted maneras cuando su abuelo, el Marqués de Salamanca, le hizo partícipe de C. De Salamanca?
Es posible. Me formé en Madrid en un colegio de curas con la rigidez y disciplina que eso suponía, en cambio los veranos los disfrutaba con mis padres y mis tres hermanas en Marbella. Esta mezcla tan particular ha dado mucho color a mi vida. A los catorce años mi abuelo me dejó una participación de la compañía y cuando terminé de estudiar Dirección de Empresas en la Universidad de San Luís en Missouri comencé a trabajar en la empresa C. De Salamanca de Madrid. Después de trece años de rodaje y desde muy abajo fui conociendo prácticamente todos los puestos de trabajo, siempre asesorado por el socio mayoritario de mi abuelo Javier Toda.

Después de un siglo de historia ¿qué une a la experiencia de sus antecesores?
Una visión empresarial más actual. Después de cien años C. De Salamanca se erige como una firma de reconocido prestigio dentro del automovilismo de lujo. Cristina Toda es la presidenta ejecutiva y yo dirijo la gerencia de Marbella además de supervisar el trabajo realizado por nuestro equipo de Madrid. Me trasladé a la costa para iniciar un proyecto de crecimiento importante, el objetivo era actualizar la concesión, que ha cumplido más de cuarenta años, con unas instalaciones más amplias y mayores resultados de ventas. De una plantilla de 20 personas se ha pasado a una de 50.
Heredó el título nobiliario de Vizconde de Portocarrero ¿ejerce de noble?
No, pero tengo este título que heredé de mi madre Teresa de Salamanca. En mi familia hay ocho títulos pero sobre todo personas que han marcado la vida social de su época. Mi tatarabuelo fue el Marqués de Salamanca creador del primer tren que se hizo en España y el famoso Barrio de Salamanca además de representar los intereses de Málaga en la Corte de Madrid. Mi bisabuelo Benjumea Heredia, fue ministro de Obras Públicas con Primo de Rivera. Mi abuelo paterno, José Moreno Torres, Conde de Santa Marta, alcalde de Madrid. Mi tía María Larisch, Condesa de Los Llanos, fue la presidenta de la Cruz Roja en Marbella durante muchos años y una gran impulsora de la cultura en la ciudad. Y mi padre José Moreno fue el mayor referente en el mundo de las relaciones públicas de la Costa del Sol durante toda su vida. Su club Pepe Moreno era el escenario y lugar de encuentro de la jet set en la época dorada de Marbella.

…y dicen que sus fiestas de presentación son un alarde de lujo y exclusividad.
Cuando llegué a Marbella me di cuenta que mis clientes pasaban la temporada estival en Marbella y que les gustaba ver los productos nuevos en lugares diferentes. Hay sitios muy bonitos como La Zagaleta y Olivia Valére, únicos para este tipo de presentaciones. Puedo decir que soy pionero en Europa a nivel marcas de lujo en unir dos firmas en la organización de grandes fiestas. Una fórmula que se recomienda actualmente. Además mi relación con los medios de comunicación es muy buena y ellos han sabido transmitir la idea.
¿Así que es un fiel seguidor de las firmas de lujo?
Al trabajar el lujo me gusta el lujo, me muevo en este mundo y cada vez te haces más consumista. Reconozco que, por ejemplo, me gustan mucho los relojes. También siento una gran debilidad por el automovilismo pero sólo tengo un Jaguar antiguo descapotable de más de catorce años, aunque por mi trabajo utilizo coches de diferentes marcas.
¿Y con cien vuelos al año no se anima a tener un avión privado?
(risas). No tenemos esos dineros. Tenemos una gran facturación pero con poco margen. La gente piensa que ganamos mucho pero es un negocio muy complicado y aunque se vende, en el mejor de los casos solo deja un 3% de lo que se factura. Invertimos constantemente en la mejora de nuestras instalaciones y en la formación de un personal altamente cualificado. Comparado con el negocio de la inmobiliaria no tiene nada que ver.
¿Qué coche le gustaría tener?
¿Que coche? No se lo digo. Me gustan todos los que vendo.

Fotos www.fredytorra.es

Jacqueline Campos fotos www.fredytorra.com

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