30 Abr CLAUDIA ALVARADO
Marbella, 20 Abril 2014– Esta joven pertenece a una de las familias con más historia de Marbella que poseen ocho títulos nobiliarios pero, ante todo, son personas que han formado parte activa de la vida social de varias épocas. El Marqués de Salamanca creador del primer tren que se hizo en España y el famoso Barrio de Salamanca; Benjumea Heredia, ministro de Obras Públicas con Primo de Rivera; José Moreno Torres, Conde de Santa Marta y alcalde de Madrid; María Larisch, Condesa de Los Llanos, una gran impulsora de la cultura en la ciudad; José Moreno el mayor referente en el mundo de las relaciones públicas de la Costa del Sol y María Moreno Salamanca, una gran pintora para quien el arte lo es todo. Un sentimiento que ha inculcado a su hija Claudia Alvarado.
Observamos que has realizado un amplio recorrido por el mundo de la imagen en muchas de sus expresiones ¿en cual de ellas te sientes más cómoda? Es verdad que he tenido el privilegio de adentrarme en diferentes proyectos relacionados con el concepto, pero ahora mismo paso por una etapa en la que me encuentro más cómoda expresándome a través del dibujo.
Tu último trabajo consiste en diversas series de dibujos con una interesante técnica de tinta negra sobre papel ¿cuáles han sido tus fuentes de inspiración? Sentimientos que por una parte rechazamos por su naturaleza, pero a los que en ocasiones no tenemos más remedio que sucumbir. Mi intención es plasmar esos momentos en los que uno siente la necesidad de guarecerse ante lo que le rodea e incluso de sí mismo.
El periodismo también está presente en tu actividad profesional ¿cierto? Cierto. Y de hecho la escritura ha formado parte de mí desde siempre. Durante mi niñez me cobijé bajo el papel para transmitir mis ilusiones y pensamientos y, desde entonces, supe que quería dedicarme a ello. Eso es lo que me llevó más adelante a elegir la carrera de periodismo, aunque terminaría optando por la de dirección de cine, sin querer esto decir que me alejase de la escritura en momento alguno y desde 2006 colaboro con diferentes revistas e instituciones.
Formas parte de una de las familias más conocidas de Marbella, incluso el título de los Marqueses de Salamanca ha sido el leit motiv de tu novela… Mi bisabuelo Carlos de Salamanca visitó Marbella por primera vez en 1942, invitado por su amigo Max Hohenlohe, que según las cartas y diarios que he leído para el libro que mencionas, tenía ahí una preciosa casita frente a la playa. Meses después compró la finca La Caridad -que lamentablemente ya no existe- y desde ese momento Marbella se convirtió en el epicentro familiar. Si bien es cierto que nuestra unión con la ciudad se remonta a un siglo antes, ya que mi tatarabuelo José de Salamanca era de Málaga y visitó Marbella en repetidas ocasiones, hospedándose en finca La Concepción que tenía otro antepasado mío, Manuel Agustín Heredia.
¿Qué recuerdos guardas de tu infancia en esta ciudad? Los mejores recuerdos que puedo tener. Aún habiendo nacido y crecido en Madrid, es Marbella la ciudad que realmente considero mi hogar. Mi madre y gran parte de mi familia y amigos viven ahí. Si yo fuese Dorita y esto fuese El Mago de Oz, podría cambiar su mítica frase a: “se está mejor en Marbella que en ningún sitio”.
Trabajas en todas las actividades artísticas posibles ¿y cual es tu próximo proyecto? Lo primero que me he propuesto firmemente es concluir los dos proyectos que tengo ahora entre manos. El primero de ellos es el libro Los Marqueses de Salamanca, que se encuentra en su fase final, y el segundo la serie de dibujos en la que trabajo desde septiembre pasado y que se titula Escondites, la cual tengo planeado exhibir este año en Panamá y México. Ya hay rondando en mi cabeza otros proyectos, pero todo a su tiempo.
Texto: Jacqueline Campos
