
19 May PRESENTACION DE LA PRIMERA NOVELA DE CASILDA SÃNCHEZ VARELA
Publicado 17:43h
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Casa Club Marbella acogió la presentación del libro de Casilda Sánchez Valera, «Te espero en la última esquina del otoño». Es una novela inspirada en sus progenitores, Casilda Varela y el gran Paco de Lucía. Casilda Sánchez Varela nació en Madrid en 1978. Se licenció en Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Máster de Periodismo de El Mundo y la Universidad San Pablo CEU, y experta en Comunicación y conflictos armados. Ha trabajado diez años como periodista en la sección de Cultura de la revista Telva. En 2014 participó como guionista en La búsqueda, documental sobre la figura de su padre, Paco de Lucía. Fue nominado a tres premios Goya y elegido Mejor Película Documental. Acompañaron a la autora durante su presentación, la periodista y escritora Silvia Grijalba y el periodista Pedro Luís Gómez.
¿Qué te llevoÌ a escribir 'Te espero en la uÌltima esquina del otoño'? Un zumbido, una presioÌn interna… La necesidad de crear algo es un poco como el hambre, un vaciÌo que lo ocupa todo. Llevaba muchos años, toda la vida en realidad, queriendo escribir una novela, pero no teniÌa clara la historia. SoÌlo sabiÌa dos cosas: que queriÌa tratar ciertas realidades sentimentales que me inquietan y que uno de los personajes estariÌa inspirado en mi madre, que es el personaje literario maÌs complejo que he conocido. Un buen diÌa la historia empezoÌ a despejarse en mi cabeza; como cuando pasas un lapicero por una hoja en blanco con una moneda debajo y el dibujo va apareciendo.
El libro cuestiona el enamoramiento como base para elegir a la pareja. ¿CuaÌl es la tesis que defiende? MaÌs que defender nada el libro plantea dudas. Una de ellas es que quizaÌs estemos incapacitados para elegir bien a nuestra pareja. Si lo hacemos desde el enamoramiento o la pasioÌn, que es un estado por definicioÌn volaÌtil y confuso, es probable que elijamos mal. Pero tampoco elegir con la loÌgica garantiza nada. La mayoriÌa de nosotros necesitamos casi toda una vida para entender lo que de verdad nos hace felices. Lo que creemos que nos hace felices a una edad puede/suele estar equivocado. EstaÌ el cielo lleno de laÌgrimas por las plegarias atendidas, deciÌa Santa Teresa. AsiÌ que lo que propone la novela es que sea una institucioÌn muy formada en la materia –a nivel psicoloÌgico, neuronal, sexual, etc.- quien decida por nosotros.
¿Crees verdaderamente que seriÌamos maÌs felices siguiendo un meÌtodo cientiÌfico para llegar al amor? Si entendemos la felicidad como delirio o eÌxtasis; no; si la entendemos como equilibrio, quizaÌs siÌ.
Pones sobre la mesa si el amor es punto de partida o destino al que llegar. ¿CuaÌl es tu opinioÌn? Hay gente, mucha –no hay maÌs que mirar las estadiÌsticas- que no estaÌ dispuesta a hacer los sacrificios que la pareja exige cuando esa primera etapa de locura empieza a languidecer. Van pasando de una relacioÌn a otra en busca de esa adrenalina inicial. No digo que eso sea malo, probablemente sea igual de legiÌtimo que tener una relacioÌn para toda la vida, pero a miÌ, y hablo soÌlo desde mi experiencia, lo que me ha dado serenidad y me ha hecho evolucionar en la vida son cosas y relaciones que me han un amor perfecto. Y no hablo de la historia, que tal y como se percibe en la novela una observacioÌn del eÌxito desde una oÌptica privilegiada.
¿En queÌ medida crees que el eÌxito afecta a quien lo vive? Creo que no lo vive igual todo el mundo. Depende mucho de la edad a la que llegue, de su magnitud, del esfuerzo que se haya tenido que hacer para lograrlo y por supuesto, de coÌmo sea cada uno. No es lo mismo, supongo, para un vanidoso que para un torturado, para alguien sociable que para alguien retraiÌdo… Lo que siÌ parece bastante general es que es una jaula de oro que todos maldicen pero de la que en ninguÌn caso estariÌan dispuestos a salir. Es un fenoÌmeno interesante a muchos niveles. Por un lado porque condiciona mucha la relacioÌn con el entorno, y por otro porque de alguÌn modo, acaba transformando a quien lo padece. “Es imposible no acabar convirtieÌndote en lo que los demaÌs creen que eres”, deciÌa Julio CeÌsar.
¿A queÌ novelas y autores acudes como punto de referencia o en busca de inspiracioÌn? Mientras estaba escribiendo esta novela he leiÌdo y releiÌdo fundamentalmente cuatro libros: CroÌnica de una muerte anunciada, MariÌa Antonieta de Stefan Zweig, Las partiÌculas elementales de Houllebecq y sobre todo, maÌs que ninguÌn otro, Madame Bovary. Me obsesiona ese libro. Muchas mañanas en las que no me sentiÌa con ganas de escribir, lo abriÌa al azar y despueÌs de leer unas cuantas paÌginas me llenaba de fuerza, de estiÌmulos.
En toda novela se cuelan elementos biograÌficos del autor. ¿DoÌnde te podemos reconocer a ti? Creo que en una novela, el autor estaÌ en todas partes. DeciÌa Houellebecq en su uÌltima novela, que no se conoce tan iÌntimamente a ninguÌn artista como a un escritor. Sus obsesiones, sus angustias, sus vanidades, todo está ahiÌ… Por mucho que te inspires en historias ajenas o personajes que no tienen nada que ver contigo, todo está pasado por el filtro de tu mirada. Lo que eliges contar, lo que eliges no contar, los diaÌlogos, la oÌptica, si describes o construyes, hasta los nombres que eliges para los personajes. Todo te define.
Es tu primera novela. ¿CoÌmo ha sido tú meÌtodo de trabajo, la experiencia…? Mi meÌtodo de trabajo no ha sido maÌs que el de sentarme a escribir al menos cinco horas todos los diÌas, desde que llevaba los niños al colegio hasta que los recogiÌa por la tarde. En cuanto a la planificacioÌn de la escritura, me costoÌ mucho dar con la voz y con la estructura. Fui de adelante hacia atraÌs muchas veces hasta que todo empezoÌ a despejarse en mi cabeza. Estoy haciendo ahora los planos de una casa y el proceso me recuerda un poco… tienes queÌ decidir queÌ habitaciones son imprescindibles, cuales tienen que estar al sol, cuales a la sombra, por donde hay que pasar para llegar a tal o cual sitio y ademaÌs, hacerla bonita y a poder ser, memorable.
marbella chic